´´CLAMA A MÍ, Y YO TE RESPONDERÉ, Y TE ENSEÑARÉ COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TÚ NO CONOCES.´´ Jer 33, 3
ORAR SIN CESAR ( 1 Tes 5, 17 )
LA ORACIÓN : ´´OREN ASÍ ´´
TEXTO REFLEXIVO:
La oración es la expresión del que reconoce a Dios en el centro de su vida. Un Dios Padre, presente, cercano y amoroso. ´´En efecto, en él vivimos, nos movemos y existimos.´´ Hch 17,28
La oración lleva al fiel a ponerse en las manos de Dios en una entrega libre y total. Quien no habla con Dios no lo conoce.
Los cristianos nos sentimos invitados a dialogar con Dios nuestro Padre y con Jesús nuestro Hermano. El día que no oramos se nos debilita el conocimiento de la voluntad de Dios y cae el amor que nos lleva a ponerla en práctica.
Podemos orar leyendo la sagrada escritura o escuchándola en la oración dominical , en las que nos propone la Iglesia, el Ave María, el Credo, la Salve y otras de nuestro devocionario personal y en el Padre Nuestro en el cual Jesús nos enseña a llamar a Dios, Padre.
EL PADRE NUESTRO EN SU PRIMERA PARTE pide a Dios que se cumpla en nosotros el primer mandamiento de la Ley de Dios: ´´Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tus fuerzas.´´( Dt 5,5 )
´´Ustedes oren de esta manera: Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo,´´ Mt 6, 9-10
LA SEGUNDA parte se refiere a necesidades humanas:
´´Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación sino líbranos del mal.´´ Mt 11-13
´´Cuando ustedes oren no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos.Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tu en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación : cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará.´´ Mt 6, 5-6
CONCLUSIÓN: Al igual que sus discípulos (Lc 11,14) , hoy más que nunca ante la fragilidad en nuestro peregrinaje de fe, necesitamos que :
JESÚS, NOS ENSEÑE A ORAR.