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31 DE JULIO FIESTA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA

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Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti”. San Ignacio de Loyola (1491-1546)

Esta es una de las tantas máximas de vida que nos dejó San Ignacio de Loyola, a quien hoy recordamos. Antes de fundar a la Compañía de Jesús, Íñigo de Óñez y Loyola, que así se llamaba, fue paje en la corte de Fernando, el Católico. Abrazó la carrera militar, hasta que una bala de cañón lo hirió gravemente en la Batalla de Pamplona. El ejército español perdió a un valiente soldado pero las filas de la cristiandad ganaron uno de sus más insignes abanderados.

Durante su convalecencia leyó un sinnúmero de libros religiosos que lo acercaron a Dios y le cambiaron la vida. Se propuso peregrinar a Tierra Santa pero, como solía ser de práctica en la época, antes debía pasar por Roma. En el camino, se hospedó en el Monasterio de Monserrat y decidió retirarse durante 10 meses a una cueva cerca de la localidad de Manresa, también en Cataluña. Fruto de esas reflexiones surgen sus famosos Ejercicios Espirituales.

En forma progresiva, la Divina Providencia le va mostrando el camino y de una primera intención de vida solitaria y peregrina, comprende que la voluntad de Dios quiere que se dedique a la educación y en sociedad con otros compañeros de vocación.

Los demás es más o menos conocido: sus tribulaciones por el apego a Dios, al Papa; la constante prédica de la espiritualidad mediante sus ejercicios, la fundación de la Compañía de Jesús, su ordenación sacerdotal, la próspera e inmediata difusión de su obra educadora bajo un propósito santo y generoso: “Ser compañeros de Jesús, alistados bajo su bandera, para emplearse en el servicio de Dios y el bien del prójimo”.

Y como reza el lema de los jesuitas: “Ad maiorem Dei gloriam”, todo para la mayor gloria de Dios. Y como debería ser el propósito de todo cristiano, obrar siempre para la gloria de Dios, pidiendo la asistencia y guía como si todo dependiera de Su amorosa voluntad, pero trabajando con tesón y entrega como si todo dependiera de sí.

ORACION

Concédenos, Dios Todopoderoso y Eterno, que por intercesión de San Ignacio de Loyola siempre nos mantengamos fieles a Ti y te sirvamos con un corazón sincero. Amén.