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II Reflexión: Tiempo después de Pascua

Visto: 1919

CRISTO VIVE RESUCITADO

"Les he transmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce, Luego apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún. Además se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí ..." (1 Cor 15, 3-8 )

Los apóstoles habian convivido con Jesús. Para ellos él era un hombre. Al hablar tenía el acento de un galileo. Vívia los mismos problemas de la gente. Además todos conocían a su familia, a donde habitaba... Pero los apóstoles, por su íntima  amistad con Jesús, habían percibido que Dios actuaba en Él.

Después de su muerte descubren que Jesús vive. Que ha resucitado como había anunciado, que está vivo, que es el mismo y sin embargo distinto de como era antes. Los que habían creido en Él y lo habían seguido experimentaron que continuaba presente y actuando en medio de ellos.

La resurrección manifiesta que Jesús es el Redentor prometido y el Hijo de Dios.  Jesús es el Señor. Por eso le decimos: " Señor mío y Dios mío."

"Resucitó el Señor,  su gloria está en la tierra, en todos los que viven su fe de par en par. "

Jesús de Nazaret es el " Dios con nosotros" de la profecía de Isaías, es la " presencia" de Dios en su Pueblo. En el se cumple la Promesa "Pondré mi santuario en medio de ellos para siempre" ( Ez 37, 26). " No ví ningún templo en la Ciudad Santa , porque su Templo es el Señor, Dios todopoderoso y el Cordero" ( Ap 21, 22 )

HIMNO

Jesús ayer naciste de  la Virgen

y hoy del fondo de la tumba naces

resurgiendo de los muertos,

de entre los muertos resurgir nos haces.

Tú que en una cruz clavado un día

llegaste por amor a extremos tales,

que pagaste la deuda de los hombres

con el precio divino de tu sangre.

Líbranos Cristo de nuestros pecados,

tú que vives y reinas

junto al Padre y al Espíritu Santo.